Medios de comunicación durante la pandemia, dos contextos tras una mirada critica

Señor Director:

Hemos leído con sumo interés el trabajo recientemente publicado por Christian R. Mejía et al., sobre la percepción de miedo o exageración que transmiten los medios de comunicación en la población peruana durante la pandemia de la COVID-19.(1) Al leerlo nos sentimos motivados a escribirle basado en la situación de crisis sanitaria mundial, donde cada gobierno suma esfuerzos para frenar la propagación de la enfermedad por el coronavirus 2019. Pero a su vez hay una epidemia mundial de información errónea, que se propaga rápidamente a través de las plataformas de redes sociales y otros medios, lo cual plantea un grave problema para la salud pública.(2)

Desde el inicio de la pandemia los medios de comunicación han desempeñado un rol importante para informar sobre temas relevantes a la población, pero también han ido en aumento las llamadas fake news o bulos sobre este tema. Este fenómeno no es nuevo, la infoxicación como fenómeno social significa la circulación de más información para procesar de la que humanamente se puede y si a esto se añaden las noticias falsas se puede comprobar que la población mundial está constantemente bombardeada de información adecuada o no. La compañía de análisis Spinklr(3) informó un récord de casi 20 millones de menciones relacionadas al término coronavirus. Facebook, según el sitio www.forbes.com,(4) mostró advertencia en otros 40 millones de publicaciones dudosas relacionadas al virus.

Ahora nos encontramos ante una pandemia informativa de la COVID-19, que es lo que se denomina infodemia, definiéndola como la información asociada con miedo, especulación y rumores, amplificada y transmitida rápidamente por las modernas tecnologías de la información y que afecta negativamente la economía, la política y la seguridad de manera desproporcional a la realidad.(4) Las redes sociales y la televisión fueron identificadas como los medios que generaban más miedo y exageración entre los encuestados del artículo de análisis.

En el artículo publicado en la Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas,(1) en su diseño metodológico se plantea que hacen uso de una hoja de Google Drive. Ello devela ciertas ventajas; sin embargo, pudiera mencionarse que estas encuestas virtuales muestran sesgos importantes en las respuestas de los encuestados porque estas pueden ser manipuladas intencionalmente. Las personas pueden responder repetidas veces esta encuesta y esto pudiera ser por compensaciones económicas u otras oscuras intenciones poco éticas. Además, por lo general existe una poca tasa de respuesta, referida al porcentaje de individuos que finalizan el cuestionario del total de invitados a participar. Tampoco se menciona en el citado artículo si se analiza la limitación de entrada de IP. Si esto no se tomó en cuenta, puede que haya ocurrido que el cuestionario sea completado más de una vez desde una misma dirección IP. La herramienta utilizada no ofrece esta posibilidad e implica una limitación del estudio que no se tuvo en cuenta.

Debemos de resaltar que la infodemia de la COVID-19, dependerá en gran manera de factores demográficos, sociales, culturales y conductuales de la población además de la participación consciente, solidaria y desinteresada de las autoridades nacionales, regionales, locales, así como de los medios de difusión de noticias en red y por medios convencionales.(5,6,7)

La experiencia cubana en la batalla contra la COVID-19 muestra una cara diferente a la peruana, En Cuba, la influyente participación del Estado en las actividades de producción, difusión y uso del conocimiento resulta esencial. Piezas claves de la gestión realizada han sido el diálogo directo de los expertos, académicos y profesionales con el Gobierno, el fomento de la colaboración interinstitucional e intersectorial, la participación interdisciplinaria, el despliegue de un trabajo intenso para acelerar las respuestas y una activa comunicación pública para mejorar la información y el desempeño de la población.(8)

Los medios de comunicación vivieron el reto de asumir un cambio en el entorno audiovisual televisivo, es decir, que el canal no cambia solamente su visualidad, cambia su entorno y su manera de gestionar sus contenidos, muestra del carácter intersectorial del plan de comunicación, dirigido a informar y preparar a la población, para que, junto al personal de salud, especialmente del nivel de atención primaria, sea la principal protagonista en esta batalla por la vida. Esto permitió una información oportuna y confiable al pueblo y una percepción de riesgo sin crear alarmas. Todos los medios y canales posibles no solo emiten una actualización de la situación internacional de la epidemia, sino se insiste en la necesidad del autocuidado y la autorresponsabilidad de cada ciudadano, de manera especial en los escenarios de mayor riesgo.(9)

Artículos como este(1) develan la realidad de los medios de comunicación de países neoliberales donde cuánto más impactante, sensacionalista o truculenta sea la historia, mayor rating y mayor será la atracción de los lectores o televidentes. En contraste, Cuba muestra su otra cara. Si algo no puede faltar al pueblo es la información y para ofrecerla, también hay que brindarla de forma saludable. Hay héroes de primera línea, héroes de batas blancas. Hay otros de fondo, detrás de un micrófono o una cámara. Hay otros que escriben, preguntan, hablan. Hay héroes anónimos. Algunas veces los llaman periodistas, camarógrafos, locutores, sonidistas, fotógrafos, etc. En esta batalla conjunta ante el coronavirus en Cuba, la comunicación es clave.

Referencias bibliográficas
Historial:
  • » Recibido: 13/07/2020
  • » Aceptado: 13/07/2020
  • » Publicado : 01/09/2020


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