Estimado director:
El artículo “Strongylides in Achatina fulica in Havana, Cuba”1) se hace eco de una grave situación sanitaria, ya que la introducción de este molusco fue relativamente reciente y es vital su estudio por los problemas que produce en la salud y medio ambiente.
Este artículo resulta significativo pues es la primera vez que se reporta el hallazgo del causante de la meningoencefalitis eosinofílica en el caracol gigante africano en estos municipios. En el formato HTML es posible descargar un video donde se puede apreciar la larva L3 de Angiostrongylus cantonensis, obtenida precisamente de estos caracoles, aunque el hipervínculo para acceder a este archivo no se encuentra en la versión en formato pdf del artículo.
El estudio se hubiese complementado si se hubiese extendido la colecta de este molusco a otros municipios de la Habana, porque se conoce2) que es en esta provincia donde más se ha podido encontrar esta especie invasora. Esto podría aumentar la percepción del riesgo entre la población y el personal médico.
Tampoco se discute en él la diferencia en la frecuencia de la larva infectante en los caracoles colectados en los dos municipios. Quizás esto se deba a que los ejemplares colectados, por sus tamaños, son de diferentes edades. Un caracol más pequeño es más joven y, por tanto, ha tenido menos oportunidad de consumir heces de ratas con larvas del parásito o vegetales contaminados. Incluso, se conoce que el caracol obtiene el calcio para la fabricación de su concha a partir de los terrenos calcáreos, por lo que se le facilita el contacto de las heces depositado en el suelo.
Tal vez lo más importante de este artículo es que ha sido llevado a cabo por un grupo de estudiantes de medicina preocupados por la aparición de forma explosiva del caracol gigante africano, lo que los llevó a incitar a los especialistas del tema para el hallazgo de estas larvas. Además, no se había publicado antes, en estos municipios, que este molusco estuviera infectado con el parásito, dato muy importante, ya que por los medios de difusión televisivos se habla del caracol, pero no del parásito que este lleva consigo. Históricamente, el municipio de San Miguel del Padrón es el que posee la más alta incidencia de esta enfermedad.3
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1. Rodríguez Pérez J, Meijides Mejías C, Ramos Robledo A, Pérez del Vallín V, Mirabal Viel A, et al. Strongylides in Achatina (Lissachatina) fulica (Mollusca, Achatinidae) in Havana, Cuba. Rev. cuban invest. bioméd. 2019 [acceso: 26/12/2019];38(4). Disponible en: http://www.revibiomedica.sld.cu/index.php/ibi/article/view/312
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2. Vazquez AA, Sanchez J, Alba A, Martínez E, Alvarez-Lajonchere L, Matamoros M, et al. Updated distribution and experimental life-history traits of the recently invasive snail Lissachatina fulica in Havana, Cuba. Acta Trópica. 2018;185:63-8. https://doi:10.1016/j.actatropica.2018.04.019
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3. Dorta-Contreras A, Ramos-Plasencia A, Padilla-Docal B, Bú-Coifiu-Fanego R, Iglesias I. Meningoencefalitis eosinofílica por Angiostrongylus cantonensis y variables meteorológicas. Revista Habanera de Ciencias Médicas. 2015 [acceso: 26/12/2019]; 15(5). Disponible en: http://www.revhabanera.sld.cu/index.php/rhab/article/view/780
- » Recibido: 26/12/2019
- » Aceptado: 26/12/2019
- » Publicado : 01/03/2020